¿Han tenido la oportunidad de ver ukiyo-e alguna vez? Paisajes japoneses y personas, pintados en colores vivos. Estas hermosas pinturas, únicas en el mundo, ganaron popularidad incluso cuando Japón limitaba sus interacciones con otros países. En esta ocasión, vamos a presentar qué tipo de pinturas eran los ukiyo-e, junto con sus orígenes.
¿Qué es el ukiyo-e?
Ukiyo-e es una forma de grabado y pintura que se desarrolló en Japón durante el período Edo (1603-1868). Este arte refleja la cultura y el entretenimiento de la clase popular japonesa, abarcando temas como la vida cotidiana, actores de kabuki, retratos de bellezas y paisajes. Las características distintivas del ukiyo-e incluyen su uso de colores brillantes y vivos, líneas refinadas y, a menudo, composiciones audaces.
La palabra "ukiyo" en ukiyo-e originalmente significaba un mundo lleno de sufrimiento y aflicción debido a las constantes guerras hasta el período Edo. Se escribía como "憂世" (mundo de dolor). Sin embargo, con la llegada de la estabilidad y la disminución de los conflictos en el período Edo, el espíritu de la gente común cambió hacia vivir la vida con una disposición más alegre, y el término comenzó a escribirse como "浮世" (mundo flotante).
Después de ser introducido en Occidente a finales del siglo XIX, el ukiyo-e influyó en artistas del impresionismo y postimpresionismo occidentales, teniendo un impacto significativo en los movimientos artísticos internacionales. Hasta el día de hoy, el ukiyo-e sigue siendo un símbolo importante de la cultura japonesa y es altamente valorado en todo el mundo.
(Cita de imagen: wikipedia)
Historia del Ukiyo-e
Ahora, veamos la historia del ukiyo-e.
El origen del ukiyo-e se remonta al siglo XVII
El ukiyo-e nació a principios del siglo XVII. Inicialmente, predominaban las imágenes monocromáticas y los dibujos simples, pero gradualmente evolucionaron hacia los nishiki-e, o imágenes en colores vivos. Con el trasfondo pacífico de la época y el auge de las clases comerciantes y artesanas en Edo (actual Tokio), el ukiyo-e se popularizó entre estos grupos. Se considera a Hishikawa Moronobu como el primer artista en crear ukiyo-e, estableciendo el estilo característico de retratos de bellezas y actores de kabuki.
Retratos de bellezas y nishiki-e se vuelven dominantes
Hishikawa Moronobu, mencionado anteriormente, tuvo una influencia significativa en los inicios del ukiyo-e, centrando su trabajo en retratos de bellezas y estableciendo este género. Los retratos de actores también se desarrollaron considerablemente durante este tiempo. A medida que crecía la popularidad de los actores de kabuki, sus retratos se convirtieron en un tema frecuente en el ukiyo-e.
En el siglo XVIII, la tecnología de impresión a múltiples colores evolucionó, y aparecieron los nishiki-e. Aunque el ukiyo-e inicialmente era mayormente monocromático, Suzuki Harunobu introdujo el nishiki-e, o imágenes en colores brillantes. Esta innovación permitió la creación de ukiyo-e con colores más vivos.
El ukiyo-e como medio publicitario
En el Japón del período Edo, el ukiyo-e no solo era una obra de arte, sino que también funcionaba como un medio publicitario único. Con el desarrollo de la cultura urbana, el ukiyo-e se utilizó como medio para promocionar diversos productos y servicios. Muchas estampas representaban actores de kabuki, funcionando efectivamente como publicidad para las obras teatrales. Los ukiyo-e de actores populares eran especialmente efectivos como promoción. Además, el ukiyo-e era relativamente económico y podía producirse en masa, lo que lo hacía un medio publicitario eficaz para alcanzar a una amplia audiencia.
El surgimiento del paisaje como tema principal en el siglo XIX
En el siglo XIX, el paisaje emergió como un nuevo género principal dentro del ukiyo-e. Obras como "Treinta y seis vistas del Monte Fuji" de Katsushika Hokusai y "Las Cincuenta y Tres Estaciones del Tōkaidō" de Utagawa Hiroshige, que retratan la naturaleza y los lugares de Japón de manera vívida, ganaron gran popularidad.
La gente había estado imaginando los paisajes descritos en canciones y poesías a través de ilustraciones monocromáticas, pero con la aparición de paisajes coloridos y detallados en el ukiyo-e, estos se volvieron rápidamente populares.
El Ukiyo-e se Abre al Mundo
Con la llegada del Comodoro Matthew Perry de los Estados Unidos en 1853, y el fin de la política de aislamiento de Japón, el país se vio obligado a abrirse al comercio con las naciones occidentales. Esto marcó el inicio del intercambio comercial entre Japón y los países occidentales. Posteriormente, Japón participó en exposiciones internacionales como la Exposición Universal de París de 1867, donde se exhibieron la cultura y las artes japonesas, incluyendo el ukiyo-e, que ganaron gran popularidad.
Entre 1860 y 1870, influenciados por el ukiyo-e, surgió el movimiento de japonismo, especialmente en Francia. El interés en el arte japonés, y en particular el ukiyo-e, creció significativamente. Artistas impresionistas y postimpresionistas como Edgar Degas, Claude Monet y Vincent van Gogh fueron influenciados por el ukiyo-e. Quedaron fascinados por las composiciones, el uso del color y las técnicas de expresión del ukiyo-e, incorporándolos en sus propias obras.
Obras Famosas del Ukiyo-e
A continuación, presentamos algunas de las obras más famosas del ukiyo-e
La serie "Treinta y Seis Vistas del Monte Fuji" de Katsushika Hokusai es una obra maestra del período Edo tardío que representa el Monte Fuji desde varios ángulos y estaciones. Dentro de esta serie, "La Gran Ola de Kanagawa" es particularmente famosa, representando una enorme ola, pequeños barcos y el Monte Fuji en la distancia, contrastando entre sí.
(Cita de imagen:和樂Web)
Hishikawa Moronobu "Belleza mirando hacia atrás"
Hishikawa Moronobu es famoso por ser la primera persona en crear ukiyo-e y es conocido como "el fundador del ukiyo-e". La imagen representa una de las obras famosas de Moronobu, "Belleza mirando hacia atrás", en la que se muestra a una mujer en un kimono rojo girándose. Las pinturas de bellezas de Moronobu eran tan populares que se decía que "las bellezas de Moronobu son las verdaderas mujeres de Edo", lo que elevó su estatus como artista. Lo distintivo de esta obra radica en su composición y paleta de colores únicas, y la pose de mirar hacia atrás se convirtió en un símbolo de la belleza femenina. Además, esta obra fue utilizada para un sello postal en 1948, lo que demuestra su amplio alcance e influencia.
(Cita de imagen: Japan Wonder Travel Blog)
Utagawa Hiroshige "Las Cincuenta y Tres Estaciones del Tōkaidō"
La serie "Las Cincuenta y Tres Estaciones del Tōkaidō" de Utagawa Hiroshige retrata los paisajes de las distintas estaciones a lo largo del Tōkaidō. Dentro de esta serie, "Vista matutina del puente Nihonbashi" muestra una procesión de daimyō cruzando el puente contra el telón de fondo de un amanecer. La perspectiva, como si se mirara a través de las grandes puertas de madera abiertas a ambos lados, junto con las líneas verticales de las rejas y las tablas del puente, aporta ritmo a la imagen y crea una composición sólida.
(Cita de imagen: 和樂Web)
Tōshūsai Sharaku "Tercera Generación Ōtani Oniji"
Tōshūsai Sharaku fue un artista de ukiyo-e del período Edo tardío, conocido especialmente por sus retratos de actores. Sus obras son extremadamente famosas en todo el mundo, y es muy probable que casi todos hayan visto al menos una de sus imágenes en algún momento. Sus trabajos dejaron una impresión duradera en la gente de su época debido a su estilo único y su intensa expresión. En Edo, sus obras provocaron opiniones encontradas. Se dice que la exageración en las características faciales de los actores provocó reacciones inesperadas entre la gente de la época, quienes preferían ser representados de manera más bella.
(Cita de imagen: Japan Wonder Travel Blog)
Utagawa Kunisada "Gorozō del Palacio Imperial, Cuarta Generación Ichikawa Kodanji"
Las imágenes de actores de Utagawa Kuniyasu son conocidas por su audaz representación de expresiones y poses para destacar las características de los actores. Además, se presta una atención meticulosa a los detalles de los kimonos y los emblemas familiares, capturando incluso el atractivo interior de los actores. En particular, en "Gorozō del Palacio Imperial, Cuarta Generación de Ichikawa Kōdanji", se retrata al actor de kabuki de la cuarta generación, Ichikawa Kōdanji, expresando su intensa personalidad y habilidades de actuación.
A continuación, se presenta una breve introducción sobre cómo se hacían las estampas ukiyo-e.
Planificación de la composición general por el editor
El editor, similar a un productor en tiempos modernos, era quien decidía la composición general y la imagen de las estampas ukiyo-e. Requerían habilidades para determinar qué tipo de imágenes eran populares, qué necesitaban las personas y la capacidad de negociar con artistas talentosos.
Diseño por parte del artista
Una vez establecida la composición general, el artista comenzaba a trabajar en el diseño, creando un boceto monocromo inicial. Este boceto era revisado repetidamente con el editor hasta completar el diseño base de la estampa.
Después de finalizar el boceto, se decidían los colores. Además de la composición de los colores, el artista también supervisaba la aplicación de los mismos durante el proceso de estampación.
Creación de las planchas de grabado por el grabador
El siguiente paso crucial era la creación de las planchas de grabado. Los grabadores, utilizando como base los bocetos completados por el artista, creaban las planchas de madera. La calidad del grabado influía significativamente en la tridimensionalidad y el colorido de las estampas ukiyo-e. Los detalles finos, como la textura del cabello y los gradientes coloridos del cielo, dependían de la habilidad del grabador.
El grabador primero creaba la plancha principal y luego, para cada color utilizado, se elaboraban planchas de color separadas. A pesar de la ausencia de tecnología de copiado en color, la capacidad de producir estampas ukiyo-e vibrantes se debía al excepcional talento de los artesanos de la era Edo.
Estampado de colores por el impresor
Finalmente, el impresor aplicaba las planchas principal y de color al papel. Se empezaba con la plancha principal, seguida por las planchas de color sobre el mismo papel. Se aplicaba una capa delgada de agua para evitar que el papel se arrugara al secarse la pintura. El impresor también tenía que ser consciente del negocio, estampando hasta 200 copias si se preveía que la estampa sería popular.
En resumen
La historia, las obras famosas y el proceso de creación de las estampas ukiyo-e han sido presentados aquí. Es asombroso que se hayan producido tantas imágenes bellas y coloridas en una era sin tecnología de impresión, lo que refleja la alta calidad de la artesanía japonesa. Cada estampa ukiyo-e tiene su propia historia y contexto cultural, y este artículo no basta para abarcar todo el tema. Para aquellos interesados, se seguirá presentando más información sobre las estampas ukiyo-e en futuros artículos.