En Japón, existen numerosos objetos que han sido apreciados como amuletos protectores desde tiempos antiguos. Estos no son meros adornos o artículos cotidianos, sino que han desempeñado un papel importante en evitar desgracias y atraer la buena fortuna. Desde los objetos tradicionales que se colocan en altares sagrados hasta aquellos que se han integrado en la vida diaria, cada amuleto protector refleja la sabiduría de las diferentes regiones y épocas. En esta ocasión, nos centraremos en estos únicos amuletos japoneses, explorando su encanto y efectividad. Cuanto más los conozcas, más te sorprenderás de su profunda significancia.
Maneki-neko negro
Entre los amuletos protectores japoneses, uno de los más interesantes es el maneki-neko negro. Cuando se piensa en un maneki-neko, es probable que muchos imaginen un gato blanco que sostiene una moneda dorada, pero en realidad también existen maneki-neko negros. Se cree que este gato negro posee poderes protectores desde tiempos antiguos, y que al colocarlo en la entrada del hogar, protege a la familia de enfermedades y desgracias.
Además, hay otra historia interesante relacionada con los gatos negros. Se dice que cuando un gato negro cruza frente a alguien, es un mal presagio. Sin embargo, en realidad, se considera que los gatos negros traen buena suerte. La idea de que cruzar con un gato negro es de mala suerte proviene de la creencia de que al pasar, el gato lleva consigo la buena suerte, dejándola escapar.
Así, el maneki-neko negro no solo es hermoso en apariencia, sino que también cumple una función poderosa como amuleto protector.
Oni-gawara y máscaras de oni
Las máscaras de oni y los oni-gawara han sido utilizados desde tiempos antiguos en Japón como poderosos amuletos protectores. Sus raíces se encuentran en la cultura occidental, y se cree que su origen está en la antigua Siria, donde la entrada del sitio Patrimonio Mundial de Palmira estaba adornada con el rostro de Medusa como amuleto contra el mal. Esta cultura se transmitió a través de la Ruta de la Seda hacia China y, finalmente, llegó a Japón.
La historia del oni-gawara en Japón está registrada en el “Nihon Shoki”. En el año 588, cuatro maestros de azulejos llegaron desde China y con la construcción del templo Asuka-dera, la técnica de los azulejos se introdujo en Japón. Posteriormente, durante el período Nara, se popularizaron los oni-gawara con la forma de caras de oni, y en la era Muromachi, estos se integraron en los techos de santuarios, templos, castillos e incluso en las casas comunes, desarrollándose como una forma de arte en los techos.
Originalmente, los azulejos solo podían ser utilizados por las clases privilegiadas, pero a raíz de los grandes incendios del período Edo, el shogunato alentó el uso de techos de tejas, y con el desarrollo de tejas más económicas, los oni-gawara se extendieron entre la gente común.
Las máscaras de oni y los oni-gawara simbolizan “protección contra el mal”, “seguridad familiar” y “salud y longevidad”. Aunque el oni generalmente tiene una imagen de ser maligno, en realidad se cree que protege a las personas, previniendo enfermedades y desgracias. Basado en esta creencia, los oni-gawara han sido colocados en los techos como guardianes protectores.
Además, en el teatro Noh, las máscaras de oni se utilizan para expresar el dolor y sufrimiento de una mujer. Por ejemplo, la máscara de Hannya es conocida como una máscara terrorífica, pero su nombre proviene originalmente de Hannyabō, un maestro creador de máscaras, y la palabra en sí no tiene un significado aterrador. En realidad, “Hannya” es un término budista que significa “sabiduría” y es una palabra sagrada.
Las máscaras de oni están hechas de varios materiales, desde tallados en madera hechos a mano por artesanos hasta versiones más simples de papel. Estas máscaras no solo se utilizan como oni-gawara en los techos, sino también en festivales y ceremonias religiosas. Por ejemplo, en la prefectura de Gunma, hay un producto único llamado “placa de nombre con máscara de oni”, que combina una placa de nombre con una máscara de oni y es popular como amuleto protector.
Aunque los oni-gawara tienen un papel protector, en algunas regiones se pueden encontrar tejas con motivos diferentes. Por ejemplo, en la región de Izumo, es común ver oni-gawara con la figura de Daikoku-sama. Se cree que estos no solo tienen un propósito de protección, sino también de atraer la buena fortuna.
De esta manera, las máscaras de oni y los oni-gawara cumplen una función protectora mientras están profundamente arraigados en la cultura y las costumbres japonesas. No son simplemente adornos aterradores, sino símbolos importantes que protegen a las personas y desean su bienestar.
Hama-ya
El hama-ya es ampliamente conocido como un amuleto protector tradicional en Japón. Especialmente durante el Año Nuevo, las ceremonias de construcción de casas o el primer festival de un niño, se entrega en santuarios y templos junto con talismanes, y se coloca en el hogar para proporcionar protección contra el mal.
Como su nombre lo indica, el hama-ya es un objeto de buena suerte que simboliza el deseo de “romper los infortunios que caen sobre uno y llevar una vida feliz”. Se suele colocar durante el Año Nuevo, ya que se cree que la característica de la flecha de “disparar” también trae beneficios para aprovechar oportunidades.
El origen del hama-ya se remonta a las antiguas ceremonias japonesas de adivinación llamadas sharei y hamauchi. En estas ceremonias, los niños de la región disparaban flechas a un objetivo llamado “hama”, y se creía que la región donde acertaban en el blanco tendría una buena cosecha ese año. Esta costumbre evolucionó, y la flecha que acertaba en el blanco comenzó a llamarse “hama-ya” y el arco “hama-yumi”.
Con el tiempo, esta costumbre de tiro al blanco se simplificó, y en la actualidad solo la flecha es considerada un arma sagrada y un objeto de buena suerte. El hama-ya es uno de los elementos tradicionales del Año Nuevo en muchos hogares japoneses, junto con los kadomatsu y el kagami-mochi.
Shisa
El Shisa es un símbolo protector ampliamente conocido en la región de Okinawa y se ve comúnmente como un guardián de las casas. Se dice que sus raíces se remontan al esfinge de Egipto, y se cree que llegó a Ryukyu a través de Egipto, la Ruta de la Seda y China durante la era de la gran navegación cuando el Reino de Ryukyu prosperó (alrededor de los siglos XIV y XV).
El Shisa, que se ha extendido por todo Okinawa, cumple la función de amuleto protector y guardián. Se dice que el Shisa macho, con la boca abierta, atrapa la felicidad (fuku), mientras que el Shisa hembra, con la boca cerrada, la retiene para que no se escape. Además, se cree que los Shisa no solo ahuyentan a los espíritus malignos (majimun), sino que también tienen el poder de purificar.
Los Shisa suelen colocarse en pareja, con el macho de boca abierta a la derecha y la hembra de boca cerrada a la izquierda. Esta disposición desempeña un papel similar al de los komainu o estatuas de “Aun” que se colocan en las entradas de los santuarios, actuando como una barrera protectora. Además, se dice que si se colocan mirando al sur, previenen incendios, y si se colocan mirando al noreste, protegen la casa de tifones e inundaciones. Se cree que los majimun llegan a través de los caminos por donde transitan las personas, y se dice que los Shisa ejercen su poder protector tanto si se colocan dentro como fuera de la entrada.
Azuki (Frijol Rojo)
El azuki, un ingrediente culinario que se ha considerado un poderoso amuleto protector en Japón desde tiempos antiguos, debe su poder a su color rojo. En Japón y China, el color rojo simboliza la vitalidad y es venerado como un color que representa el sol, la sangre y el fuego. Por esta razón, se cree que los frijoles azuki tienen la capacidad de “expulsar las malas energías” y “ahuyentar el mal”.
El azuki se ha consumido tradicionalmente en platos como el sekihan (arroz con frijoles rojos) y la papilla de azuki durante celebraciones y como comida auspiciosa. También se cree que los postres como el zenzai, el ohagi y el anko tienen un efecto protector. Así, el azuki es conocido como un alimento que trae buena suerte, y se cree que incorporarlo en las comidas cotidianas puede mejorar la fortuna.
Además de su poder protector, el azuki también se asocia con un buen descanso. La “almohada de azuki”, que consiste en frijoles azuki envueltos en tela, se coloca en la almohada para mantener la cabeza fresca y ayudar a conciliar el sueño de manera más relajada. Usar una almohada de azuki no solo mejora el descanso, sino que también se cree que ofrece protección durante el sueño.
Sal
La sal ha sido reconocida desde tiempos antiguos como un objeto sagrado con la capacidad de purificar y expulsar impurezas. Quizás hayas visto la costumbre de esparcir sal en la entrada de la casa después de un funeral, antes de entrar. Esta es una ceremonia de purificación destinada a evitar que las malas energías entren en el hogar y es una práctica importante para mantener alejados los desastres y la contaminación espiritual.
En el feng shui, se cree que la sal tiene el poder de purificar el espacio y, si se coloca de la manera correcta, puede mejorar la fortuna. Una de las prácticas más antiguas en Japón es la “mori-shio” (montículo de sal), que consiste en formar pequeños montículos de sal en la entrada o en las esquinas de las habitaciones, lo que se cree que ayuda a mantener alejadas las malas energías y a atraer la buena suerte. Esta costumbre se originó en antiguos relatos chinos y se introdujo en Japón durante los períodos Nara y Heian, extendiéndose la práctica de colocar mori-shio en la entrada para proteger el hogar.
Hoy en día, mori-shio se utiliza comúnmente como protección en la entrada o en las habitaciones, pero en tiempos pasados, cuando la sal era muy valiosa, se consideraba que poseía poderes sagrados. Se ofrecía en los altares domésticos o se colocaba en el terreno para fortalecer la tierra y a los habitantes del hogar. Durante tiempos de enfermedad y conflicto, se usaba mori-shio para purificar y proteger a las personas.
Se recomienda usar sal gruesa al hacer mori-shio, ya que se cree que tiene un fuerte poder para ahuyentar las malas energías y atraer las buenas. Los montículos de sal se colocan generalmente en las esquinas de la entrada, y al hacerlo, se espera que bloqueen las malas energías externas y retengan las buenas dentro del hogar. Al dar forma a la sal en un cono, pirámide triangular u octagonal, se cree que se mejora aún más su capacidad para atraer la buena fortuna.
Así, la sal ha sido utilizada desde tiempos antiguos en hogares y ceremonias en Japón como un poderoso objeto de purificación y protección.
Pimiento Rojo
El pimiento rojo, con su vibrante color, ha sido considerado un amuleto protector desde tiempos antiguos. Su color rojo es uno de los motivos por los que se le atribuyen poderes protectores. En particular, en China, se le conoce como un “ingrediente de fuego” y se cree que su color, que recuerda al rojo del fuego, tiene el poder de alejar el mal. Desde tiempos antiguos, el fuego ha simbolizado la purificación, y se considera que el pimiento rojo, que posee el mismo color, tiene un poder similar.
Además, se cree que el color rojo no solo tiene poderes protectores, sino que también aumenta la energía. El rojo es un color que estimula la actividad, infunde confianza y enciende la pasión. Por lo tanto, se cree que también tiene el efecto de levantar el ánimo y aumentar la determinación. El pimiento rojo, con su intenso color, ha sido valorado como un amuleto que no solo protege, sino que también brinda energía y vitalidad.
Así, el pimiento rojo es conocido como un amuleto no solo por su belleza visual, sino también por su poderosa capacidad para proteger y aumentar la energía.
Estrella de Seis Puntas
La estrella de seis puntas, conocida en Japón como el “Kagome-mon”, se utiliza como un símbolo protector. Este patrón se deriva de la forma del tejido de un canasto hexagonal. En la antigua Japón, se creía que los seres malignos evitaban ser observados, por lo que colocar objetos con “ojos” en la entrada de la casa se usaba como método de protección. Esta práctica se simplificó con el tiempo, y hoy en día se cree que colgar una placa con el símbolo del Kagome-mon en la entrada sirve como protección.
En contraste, en Israel, el mismo patrón es conocido como la “Estrella de David” y se asocia con el rey David, siendo incluso parte de la bandera nacional. Este símbolo tiene un origen diferente al Kagome-mon japonés, y se cree que representa la “D” de David. Es interesante que, a pesar de sus diferentes antecedentes culturales, ambas culturas han creído que la estrella de seis puntas tiene el poder de alejar el mal.
Asimismo, la estrella de cinco puntas, conocida en Japón como el “Seimei-kikyō”, se utiliza como símbolo protector en la tradición onmyōdō (camino de la sombra y la luz), representando los cinco elementos. Así, tanto la estrella de seis como la de cinco puntas han sido utilizadas desde tiempos antiguos como símbolos protectores.
Conclusión
¿Qué te ha parecido? En esta ocasión, hemos presentado diversos amuletos protectores de Japón. Japón tiene una rica historia de objetos protectores, cada uno con su propio trasfondo cultural y simbólico. Estos objetos no solo son decorativos o de uso cotidiano, sino que también son símbolos profundos de fe y oración que han estado arraigados en la vida de las personas. Desde los onigawara hasta la sal, los pimientos rojos y los shisa, estos amuletos han sido utilizados para prevenir desgracias y atraer la felicidad, y su poder sigue siendo creído en muchos hogares y lugares.
Incorporar estos amuletos protectores en nuestra vida diaria puede brindar paz y seguridad, así como proteger la salud y la felicidad de nuestras familias.
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