¿Creen ustedes en las maldiciones? En Japón, desde la época Heian, se creía que los espíritus vengativos causaban enfermedades y desastres naturales. Para calmar estos espíritus, se practicaba la “fe de los espíritus”. En esta fe, los espíritus vengativos eran deificados y venerados como guardianes protectores. En esta ocasión, profundizaremos en el origen de la fe en los espíritus vengativos, los dioses vengadores representativos, y los detalles de la fe en los espíritus que se ha extendido por todo Japón.
¿Qué es la fe de los espíritus?
La fe de los espíritus (Goryō Shinkō) es una creencia que consiste en deificar y venerar las almas de las personas que han muerto de manera trágica, con el fin de calmar sus espíritus vengativos y evitar desastres. Durante la época Heian, se creía que los espíritus vengativos traían desgracias a las personas, y la fe de los espíritus se extendió como una medida contra esto. Por ejemplo, el Festival de Gion que se celebra en Kioto es, de hecho, un ejemplo de esta creencia, un festival para apaciguar y consolar a los dioses vengativos. El dios principal del festival, Susanoo, aunque es un dios de la desgracia que trae enfermedades, actúa como un guardián protector para aquellos que lo veneran con devoción. Los espíritus vengativos que fueron venerados como espíritus protectores se convirtieron en guardianes que protegían las regiones.
El origen de los rituales de los espíritus: Los Seis Espíritus
El primer ritual de los espíritus (Goryō-e) se llevó a cabo el 20 de mayo de 863 (año 5 de Jōgan) en “Shinsen’en”. Esta ceremonia era un evento de la corte imperial para calmar a los espíritus vengativos y, posteriormente, se convirtió en un evento regular. Los rituales de los espíritus como eventos de la corte imperial desempeñaron un papel central en la fe en los espíritus vengativos.
Inicialmente, los espíritus venerados en los rituales de los espíritus eran los “Seis Espíritus” (Rokusho Goryō), que eran seis espíritus:
- Emperador Sudo (Príncipe Sawara)
- Príncipe Iyo
- Dama Fujiwara (Yoshiko Fujiwara)
- Señor Tachibana (Tachibana no Hayanari)
- Señor Fumi (Fumuro no Miyatamaro)
- Inspector (Nakanari Fujiwara o Hirotsugu Fujiwara)
Transición a los Ocho Espíritus
Posteriormente, la composición de los Seis Espíritus cambió, incluyendo a la Gran Emperatriz Dowager Inoue (Princesa Inoue) y al Príncipe Osabe. Además, se agregaron dos espíritus más, convirtiéndose en los “Ocho Espíritus” (Hasso Goryō):
- Espíritu Sagrado de Kibi (Ministro Kibi): En el Santuario Kamigoryō, es venerado como Kibi no Makibi, aunque también se cree que puede referirse a la Princesa Kibi o a un espíritu que controla los desastres.
- Dios del Trueno: A menudo se le identifica con Sugawara no Michizane, pero también hay teorías que lo describen como un dios que controla los truenos.
La expansión del Festival de Gion y la fe de los espíritus
El Gion Goryō-e (Festival de los Espíritus de Gion) del Santuario Yasaka (Santuario Kanjin) llegó a ser conocido como el Festival de Gion, y el apaciguamiento de Sugawara no Michizane, temido como el dios del trueno, se extendió por todo el país como la fe en los dioses del cielo.
Famosos dioses vengativos y su historia
Príncipe Sawara
El Príncipe Sawara era el hermano del Emperador Kanmu y se le consideraba heredero al trono, pero fue despojado de su título bajo sospecha de asesinato. Él proclamó su inocencia y murió de hambre durante su exilio a Awaji. Tras esto, el Emperador Kanmu experimentó una serie de infortunios, y temiendo que fueran causados por el espíritu vengativo del Príncipe Sawara, realizó varios rituales para apaciguarlo. Finalmente, el Príncipe Sawara recibió el título póstumo de “Emperador Sudō” y fue venerado en el Santuario Goryō.
Sugawara no Michizane
Sugawara no Michizane fue un político de la era Heian que, después de ser desterrado a Dazaifu, se convirtió en un espíritu vengativo que se creía causaba enfermedades y desastres naturales. Para apaciguarlo, se construyó el Santuario Kitano Tenmangū en Kioto, y Michizane llegó a ser venerado como el dios del aprendizaje. El Santuario Kitano Tenmangū sigue siendo visitado por muchos devotos que buscan éxito en los estudios.
Taira no Masakado
Taira no Masakado fue un guerrero del período Heian medio que lideró una rebelión en la región de Kanto. Después de su muerte, se estableció una tumba para su cabeza en Tokio, y se temía que su espíritu vengativo causara desgracias. Masakado es venerado como un dios protector de Tokio, y su culto persiste hasta hoy. Hay muchas leyendas relacionadas con su tumba.
Conclusión
¿Qué les ha parecido? A lo largo de la historia de Japón, los dioses vengativos y la fe en los espíritus han tenido un profundo significado y han influido considerablemente en la sociedad y la cultura. Al apaciguar a los espíritus vengativos y venerarlos como dioses guardianes, la gente buscaba evitar desastres y llevar una vida pacífica. Esta creencia continúa en la actualidad, y se pueden encontrar rastros de ella en los santuarios de todo Japón. Conocer la historia de los dioses vengativos y la fe en los espíritus puede ayudarnos a comprender mejor la profundidad de la cultura y la fe japonesas.
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